Corazón destartalado

Cómo no voy a tener el corazón destartalado, si cada vez que alguien amenaza con ganarse un hueco acaba convirtiéndolo en un agujero. Cómo no voy a viajar sin frenos y sin cinturón por este mundo en el que cada estación puede ser la última y cada vagón el primero. Cómo no voy a tirarme por la ventana cuando el cielo me llama, si se que ese paisaje es tan efímero como mi sentir por él. Cómo no voy a vivir sin reglas ni medidas si las matemáticas se hicieron para aquellos que prefirieron ponerle nombre y limitaciones a las cosas para hacerlas más fáciles en vez de vivirlas y complicarse con ellas la vida.

No me arrepiento de nada. De ningún beso, de ningún verso, de ninguna vía, ni siquiera de las paradas que sobraron porque me quitaron tiempo de vivir otras estaciones. Porque todas esas decisiones me dirigieron a donde hoy estoy, se sumaron al tren de mi vida, unas veces aportándome, otras arráncandome de cuajo y otras partiéndome en pedazos. Pero me quedo tranquila sabiendo que seguí mi corazón y mi intuición, que hice lo que sentí en cada momento, aunque a veces me convirtiera en kamicaze de mi razón.

Sin embargo, ahora no puedo evitar que algunos vagones de mi tren se cierren con crudeza y con fuerza, ya que cuando se abrieron no fueron bien cuidados, si no que otros entraron a destrozarlos. Entonces, señores, no se quejen de que mi tren nunca se pare por demasiado tiempo, no le pidan que se quede cuando no saben tratarlo, no pretendan que convierta su triste estación en Las Cuatro Estaciones mientras me roban a mí la primavera, sin darse cuenta de que sin flores el verano nunca llega.

l.jpg

2 respuestas a “Corazón destartalado

Add yours

  1. Muy bonito, de verdad. La analogía con un medio de transporte con tanto encanto como el tren, además de acertada da un juego que has sabido aprovechar muy bien, con delicadeza sin demasiados artificios. Saludos y gracias por compartirla.

Deja un comentario

Crea un blog o un sitio web gratuitos con WordPress.com.

Subir ↑